Es
importante diferenciar los conceptos música y alabanza; la música es un arte y
la alabanza una actitud del corazón (es ese arte rendido a Cristo).
Si
se trata de la alabanza, la Biblia dice que Dios habita en medio de las
alabanzas de Su pueblo (Salmo 22:3 versión Reina Valera 1960), por lo tanto, no
se puede concebir como una parte de la agenda de una reunión, es una actitud
del corazón que debe estar en nuestras vidas en todo momento, en todo lugar y
no tiene que ver únicamente con la música, TODO lo que sucede en la reunión, en
el culto, es alabanza y adoración siempre y cuando se haga con el corazón
correcto.
Ahora
bien, si se trata netamente de la música, aunque es verdad que es un buen
recurso para acompañar los momentos de ministración, no debería considerarse
como factor determinante de la presencia del Espíritu Santo en un lugar o en
una persona. No debemos olvidar que el Espíritu Santo es Dios, por lo tanto, es
Omnipresente, lo cual significa que se encuentra en todo lugar, haya o no
música.
1ra
Corintios 12:6-7 dice lo siguiente “Hay muchas maneras en que Dios actúa, pero
siempre es un mismo Dios el que realiza todas las cosas en nosotros. El
Espíritu Santo le da una manifestación especial a cada uno de nosotros para
ayudar a los demás.” (Versión Nueva Biblia Viva), esto en ningún momento hace
referencia a la música como requisito indispensable para que esas
manifestaciones del Espíritu se lleven a cabo.
Con
esto no se quiere decir un rotundo si o un rotundo no para utilizar la música
en la agenda de nuestras reuniones, eso ya es una decisión personal, solamente
toma en cuenta que, sea que utilices o no la música en tus tiempos de
ministración al Señor, antes que todo asegúrate que haya una actitud de alabanza
en ti, del resto, se encargará el mismo Espíritu Santo; y disfruta de Su
Presencia que siempre es refrescante al espíritu.
Que
Dios te bendiga y te siga usando para la gloria de Su Nombre.
Lucía Ramírez
Ministerio de Adoración Cristiano