Depende de lo que la otra persona les diga a los músicos y depende de quién sea la persona que hable o dirija.
Si la persona les va a hablar de temas estrictamente musicales, y es conocido por todos que esta persona no sabe absolutamente nada de música, entonces considero que lo prudente y sano para todos es escucharle, dejarle expresarse y tomar de sus palabras aquello que, musicalmente hablando, pueda servirle a la banda. Como dice el famoso versículo de Pablo: “Examinadlo todo; retened lo bueno” (I Tes. 5:21; RVR-60).
Ahora, si se refiere estrictamente al tema de dirigir a los músicos y esta persona no sabe de música, considero que lo prudente es que se cuente con un director alterno, para los temas netamente técnicos del ministerio, dejando claro quién es el que lleva la voz cantante y quién el asesor.
Conocí una iglesia que tenía un equipo de directores de culto donde la mayoría de ellos no pertenecían a la banda. Se turnaban para dirigir los tiempos de música en cada culto y todas las veces que estuve presente, observé que lo hacían muy bien. Sin embargo, además de este equipo de directores, la banda tenía sus directores musicales quienes se encargaban estrictamente de lo técnico.
En otra iglesia conocí una estructura un tanto diferente, el equipo de música además de sus directores, tenían asignado un guía espiritual que no necesariamente pertenecía a la banda, pero representaba una figura de autoridad para ellos y trataban temas fuera de lo musical con esta persona.
Los ministerios de alabanza son tan variados como iglesias hay, pero existen principios que deben ser ejes transversales, como ser: el respeto que como banda le debemos a la congregación, la cultura de honra que debe haber entre los integrantes de la banda y desde ellos hacia las demás personas, un corazón enseñable en todos de tal manera que estemos dispuestos a escuchar el mensaje de Dios aunque éste venga de una persona que no forma parte de la banda, alguien que probablemente no sabe de música.
No hay una referencia en el texto bíblico que nos diga que, por ser de la banda, sólo personas que pertenecen a la misma banda nos pueden hablar o dirigir; debemos ser cuidadosos en esto también, para que no se desarrollen en nosotros actitudes que no le agradan al Señor. Ser enseñables siempre nos abrirá puertas.
En 1ro de Reyes 12:6-20 vemos como el no prestar atención al consejo de quienes más saben, desencadenó la división del reino y en Proverbios 11:14 en la versión Reina Valera Actualizada, dice claramente “Cuando falta dirección, el pueblo caerá; pero en los muchos consejeros está la victoria.”
Así que, no despreciemos el consejo o la dirección de otras personas sean éstas o no parte de nuestra misma banda, quizás Dios está queriendo enviarnos un mensaje muy importante a través de quienes menos imaginamos.
Siempre le digo a los más jóvenes esta premisa de vida que la aprendí cuando yo era adolescente: cuando busquemos consejo, busquemos a personas que nos conocen y nos aman (ambas cosas juntas, no una o la otra). Es importante que tomemos en cuenta que la persona que se dirija a nosotros como banda, sea congruente entre su pensar, su hablar y su actuar. Ése tipo de personas, sean o no músicos, sean o no parte del ministerio de alabanza, siempre vale la pena escucharlas.
Que Dios bendiga tu vida.
Lucía Ramírez Ministerio de Adoración Cristiano |