Nunca olvidemos que la alabanza le pertenece únicamente a Dios y que todo lo que sucede en el culto o cualquier reunión que hacemos, es en Su Nombre, para darle gloria, para celebrarlo a Él, todo se trata de Él. Sé que estarás de acuerdo conmigo en que, más importante que tocar una canción que le guste a la banda o que le guste a la congregación, deberíamos tomarnos un tiempo para preguntarnos si le gustaría a Dios, pues por Él y para Él hacemos lo que hacemos.
Sin embargo, es importante que entendamos esto, amados músicos del Señor: el ministerio, sea cual sea, debemos disfrutarlo mientras lo hacemos. Es por esto que sí creo firmemente que las canciones que seleccionamos para los repertorios de culto, nos dicen o nos han dicho algo en algún momento, han significado algo importante en nuestras vidas y no está malo que compartamos eso con la congregación.
A Dios le agrada que le presentemos alabanza y adoración con sinceridad, honestidad, integridad; a Dios le agrada bendecirnos; pero a Dios también le agrada que seamos de bendición para otros y, si tú sabes que, así como a ti te bendijo una canción, puede bendecir a otros, entonces amado músico, ¡dale! incluye esa canción en tu repertorio.
Lo importante al momento de estructurar un repertorio es recordar para Quién lo hacemos, pero por supuesto que a Dios le complace que compartamos la bendición con otros. La idea de dirigir la alabanza es que también modelemos a los demás que estamos disfrutando lo que hacemos, ya que eso, voluntaria o involuntariamente será contagioso (y quién sabe a cuántos más esa canción que seleccionaste le será de edificación).
Si me lo permites, me gustaría compartirte dos mecanismos que utilizo para armar mis repertorios para los cultos. Es sencillo. Mi primera opción es preguntarle al predicador sobre qué tema hablará en el siguiente servicio, eso me ayuda a seleccionar canciones que refuercen la idea central de la prédica (y ayuda mucho a la congregación a fijar esa idea central); pero cuando no me es posible tener un tema de parte del predicador, entonces yo le asigno una línea temática al repertorio, esto quiere decir que, trato de seleccionar canciones que tengan un tema en común y me gusta mucho compartir ese tema con la congregación al inicio del tiempo de alabanza.
Algunas líneas temáticas que he utilizado son: cantos de los 80´s, cantos de los 90´s, cantos sobre la gracia, sólo baladas, canciones viejitas con arreglos nuevos, cantos sobre la salvación y así cualquier otra línea temática que en algún momento he trabajado. Esto lo disfruto mucho porque puedo utilizar de todo tipo de canciones y diversas técnicas: mezclar canciones de antes con lanzamientos, armar medleys, me ayuda a estudiar otras propuestas de música distintas incluso a mi gusto personal, puedo escuchar diversas versiones de la misma canción, le da un objetivo claro al tiempo de alabanza de ese domingo y así te podría mencionar muchas más cosas positivas que he experimentado al implementar este mecanismo.
Pero lo más importante y algo que nunca debemos dejar de hacer…pedir dirección al Señor, abrir nuestro corazón a lo que Él quiere enseñarnos a nosotros primero y luego qué mensaje quiere dejarle Dios a Su pueblo, a través de ese repertorio. De nuevo, la alabanza y la adoración, son sólo para Él.
Nadie mejor que tú conoce a su congregación, sabes cómo se comporta, cómo se desenvuelve durante los distintos momentos del culto; así que, como lo he dicho en varias ocasiones, nunca olvides que tu principal audiencia es Cristo, pero nunca dejes de respetar a la congregación. Cuando te toque seleccionar las canciones del repertorio, primero que todo, busca bendecir y exaltar a Nuestro Buen Dios, pero también disfruta lo que haces y contagia de ese entusiasmo a tu congregación. Todos esos elementos juntos, harán que el culto sea una fiesta, celebrando al Único Digno.
¿Tocar lo que a la congregación le gusta o tocar lo que al grupo le gusta? Tocar, lo que exalte a Cristo, que te sea de bendición a ti y que puedas compartir con otros.
Que Dios bendiga tu vida.
Lucía Ramírez Ministerio de Adoración Cristiano |